MI HISTORIA

Un recorrido por

Mi nombre es Alejandra, nací en Santiago del Estero, Norte de Argentina. A partir de los 9 años estuve pupila en un colegio inglés en la Cumbre, Córdoba, nos enamoramos de este pueblo mágico y junto a mi familia nos quedamos allí hasta mis 13 años, regresando a mi ciudad natal quedó siempre pendiente volver a lo que para nosotras fue nuestro paraíso en la Tierra. Luego, desde los 17 hasta los 47 años, viví en Tucumán, al norte de Argentina. Fue allí donde experimente y aprendí lo que hoy comparto con tanta gente maravillosa.

Desde pequeña me reconozco simpáticamente conectada al reino mineral. Las piedras han sido mi fascinación y mis mejores juguetes: hacía montañas y trenes con ellas, jugaba a la payana y las llevaba conmigo en los bolsillos. Esa era mi forma inconsciente de dejarme abrazar por su poderosa energía.

A medida que fui creciendo, el hecho de vivir conforme a ciertas normas me distanció por un tiempo de sentirme en conexión con este bendito reino cristalino. Busqué estudiar alguna carrera y no elegí precisamente la que más me gustaba: y me recibí como Contadora Publica Nacional.

En simultáneo fui mamá de dos hermosos niños que adoro con toda mi Alma y mi corazón, Agustín y Catalina. Sin dudas ser mamá fue y sigue siendo la experiencia iniciática más profunda de mi vida, junto a la experiencia de ser Abuela de mis (hasta ahora) 4 nietos a quien amo profundamente: Elena, Tobías, Manuel y Rafael.

Un año antes de recibirme de Contadora Pública Nacional, a los 23 años, tuve la bendita posibilidad de adentrarme en el mundo del diseño de vestimenta étnica y tapices, donde comencé a vincularme con una tela llamada Barracán, hecha en teleras ancestrales en los Valles Calchaquíes.

Fue en este poderoso lugar donde conocí a las primeras mujeres y hombres medicina, chamanes que me fueron iniciando en el camino que hoy recorro con tanta pasión: el de aprender a conectarme de forma consciente con los Portales Energéticos y aprender a utilizar las piedras y cristales de forma terapéutica, para sanarnos y sentirnos más armónicos; para poder relacionarnos mejor con nuestro ser y con nuestros seres queridos.

Un largo camino me fue conduciendo a sentir cada vez con más fuerza la necesidad de aprender y de recordar cada día más, la importancia del contacto con la Energía y el enorme misterio que la acompaña. Junto a mi hija Catalina aprendí Reiki, y sin proponérmelo una amiga muy querida, María Elena, me enseñó a contactarme con mi Ángel de la Guarda. Estuve 2 años intentándolo hasta que un buen día pude sentirlo y darme cuenta de que siempre estaba cerca, muchas veces susurrándome mensajes que me ayudaban a tomar mejores decisiones en mi realidad cotidiana.

A partir de allí mi vida entera cambió para siempre: entre diálogo y diálogo con quien siento que es mi Ángel Guardián, descubrí que no solo era uno, sino que eran 3 hermosos seres alados llenos de luz que están disponibles cada vez que los necesito, Ellos me han ido transmitiendo una valiosa información que fue tallando todo mi ser a través de canalizarlos con las primeras luces del día. La información principal estaba enfocada en cómo conectar, cuidar y nutrir mi energía de forma Consciente. Así fui haciéndome una con sus ejercicios energéticos-lumínicos y sentía como, poco a poco, se transformaba mi humanidad dándole lugar al Alma para que se uniera por fin a mi vida Consciente.

Más adelante en la vida, a los 30 años, llegó mi tercer hijo, Simón, teniendo con él 3 hermosos corazones para cuidar, amar y crecer juntos.
En ese entonces, continuaba experimentando con la información adquirida hasta llegar a conectar con la sabiduría de los Sufíes, conviviendo con sus prácticas energéticas, durante 2 años, me enseñaron lo más importante de este largo camino: aprender a ser Impecable, en todos los órdenes y planos de esta existencia.

Luego, durante 7 años, llegó a mi vida la práctica y el estudio profundo de las ciencias de Metafísica y la Cosmogénesis que me llevaron a tener una visión más completa de este complejo y encantador diseño del Macro Y Micro Universo.

La interminable curiosidad me llevó a ser una investigadora sin límites, desde donde inicié una formación que, lejos de ser académica, me permitió generar de manera autodidacta un estilo particular de asistir en la Sanación Integral del Ser Humano, combinando los conocimientos de Cristales, Geometría Sagrada, Sonidos Áuricos, Biodecodificación, Animales de Poder, regresiones, reparación de lazos kármicos y Psicología transpersonal.

A partir del año 2012 me dedico a dar talleres de formación acerca del uso de los cristales para la sanación y para su uso en las activaciones de nuestras tecnologías de luz. Asimismo brindo formaciones de Metafísica y realizo viajes a lugares sagrados de la tierra, sembrando cristales junto a Roberto, el maravilloso hombre que amo y admiro, y de quien aprendí la sabiduría del Eneagrama, Calendario Maya y otras valiosas enseñanzas.

Ya en el 2020 comencé a guiar, junto a un grupo de seres increíbles, la Gemo-Iniciación de Cristalosofía Aplicada, que consta de 14 niveles donde se preparan varios de las y los futuros Bio-terapeutas holísticos de Cristales.

Desde entonces continúo aprendiendo y transitando este magnífico y sorprendente camino, sirviendo a la vida en sí misma a través de estos maravillosos aprendizajes, conocimientos y experiencias compartidas.

Ahoooo

Este sonido con el cual saludo cuando me despido, pertenece al idioma Universal llamado IRDIN, es el idioma en el que se comunican Los Ángeles, Los Elohim, Las Estrellas… Es el Idioma de la Creación, cargado de frecuencias sonoras, y en este caso Aho significa: Juntos, Somos Familia
De hecho es la primera palabra que pronunciamos al poco tiempo de llegar a la Tierra.